No hay sueño más
grande en la vida que el Sueño del Regreso. El mejor
camino es el camino de vuelta, que es también el
camino imposible. Los Hombres Sensibles de Flores, en sus
nocturnas recorridas por las calles del barrio, planeaban
volver. Volver a cualquier parte.
Volver fue para ellos la aventura
prohibida. Cada noche soñaban con patios queridos y
cariños ausentes. Y cada mañana despertaban
llorando desengañados y revolvían la cama para
ver si algún pedazo de sueño se había
quedado enganchado entre las cobijas.
- Marchan ustedes a contramano de
la historia -rugían los Refutadores. Y era
cierto. Pero siempre es recomendable recorrer la vida a
contramano, sobre todo si uno sospecha quien ha puesto las
flechas del tránsito.